lunes, 24 de octubre de 2011

LA SHARIA SE IMPONE EN LA NUEVA LIBIA POST GADAFI: EUROPA MORDIÓ LA MANO QUE LE DIÓ DE COMER PARA CEDERSELA AL QUE LE PUEDE MORDER EL CUELLO


Cuatro días después del martirio de Gadafi parece que ya se va dando forma al nuevo régimen que saldrá de la revolución Libia. Un régimen recientemente derrocado basado en el Libro Verde escrito por Gadafi en la década de los 70 en el que se crearon las bases para un régimen fundamentado en la Jamahiriya o Tercera Teoría Universal que propuso el líder libio como alternativa al capitalismo y al comunismo para los países del tercer mundo en la que vendría a tener referencias a los principios de la antigua democracia griega unida a la idea de que es necesario un líder supremo y guía de la revolución, teniendo como referentes a Guevara y Nasser, para crear un Socialismo Natural mezclado con un Nacionalismo árabe bajo los valores islámicos. Enemigo de la democracia liberal, abogaba por una democracia popular directa basada en asambleas populares y comités del pueblo. Otro vértice era obtener para el pueblo una Justicia social para la convivencia de la sociedad por medio de un poder fuerte que represente al pueblo y la identidad nacional.
En definitiva, sus bases fueron en nacionalismo árabe, el estado de bienestar y la democracia directa o poder popular socialista además de un sistema moral islámico más abierto. Bajo el poder laico de Gadafi, se consiguieron avances sociales, catalogados como occidentales, donde aumentó la igualdad de la mujer en la sociedad desafiando al islam tradicional, se prohibió el politeísmo y se permitió el divorcio difiriendo con ello la imagen que se tiene del islam más radical y ortodoxo.
Si es verdad que existía la represión política como manera de ejercer un control, orden y disciplina sobre la población libia. Aún así, y a pesar de lo que se diga, el pueblo libio en su mayoría no estaba descontento con el régimen del dictador. Un dictador que fue, en los últimos tiempos, un gran aliado de Europa, principal cliente del óptimo petróleo libio. Curiosamente, Europa jamás recibió una inmigración masiva del pueblo libio mientras estuvo Gadafi en el poder al contrario
de otros pueblos del Magreb como Marruecos y Argelia.
Como medidas económicas dentro del socialismo popular de Gadafi se nacionalizaron en la década de 1970 todas las empresas privadas más fuertes e importantes, incluyendo la tierra, la industria petrolera y los bancos, permitiendo solo los pequeños negocios familiares que permitían vivir a estos y mover la economía, no enriquecerse a unos pocos, con el fin de distribuir la riqueza. Ello se unió a un nacionalismo de corte arábigo en el que pretendió en un principio la unión de todos los estados musulmanes desde el Magreb a Palestina bajo una Unión Árabe Socialista formando una nación amplia y fuerte que empezara por Egipto y Siria, pero no llegó a cuajar en parte por la prematura muerte de Nasser en 1970. 
En definitiva, se trató de una revolución interna del mundo islámico que modificó, modernizando, el islam "desde dentro" y que no gustó a las potencias británica y norteamericana desde el mismo momento en el que se evacuaron de Libia sus bases militares así como se nacionalizó la riqueza petrolera en beneficio del pueblo y en contra de los intereses multinacionales de las grandes petroleras, sobre todo Norteamericanas. 

Pero el mundo global, mundialista y liberal intervino en la "primavera árabe" como mero observador, instigando revueltas internas, en Egipto y Túnez hasta que, el prestigio de Gadafi entre su pueblo y lo pírrica de la revuelta promovida en el país por los "amos del mundo", llevó a las tropas de la OTAN a intervenir en el conflicto cuando Gadafi estaba a punto de sofocar, legítimamente, la revuelta de los dominios que gobernaba. Bajo la eterna premisa de por la democracia, en contra de la tiranía y el bombardeo hacia el pueblo para liberar al pueblo de su dictador opresor, los Estados Unidos en complicidad con la Europa esclava y lobotomizada, a la cual en su mayoría perjudicaba una inestabilidad en la zona, bombardeó al régimen libio dando cobertura a los 4 insurgentes que habían patrocinado anteriormente mientras el pueblo libio en su mayoría o apoyaba a su líder o se mantenía al margen. 

Pero Gadafi no era espiritualmente ninguno de los anteriormente derrocados de Egipto o Túnez y se mantuvo en el poder hasta, como él mismo dijo, morir como un mártir en la lucha. Solo que, desgraciadamente, no fue en la lucha como murió o en la dignidad de un patíbulo tras ser juzgado por sus enemigos. Murió a manos de los que, hasta hacía poco, formaban parte de su pueblo. De la chusma que todavía poblaban las calles de Libia. Linchado, parece ser que sodomizado, y ejecutado; la muerte de Gadafi pasará a la historia como un mártir de su pueblo manteniendo viva la llama de su memoria y, tal vez, vivo por mucho tiempo. Triste e indigno final para quien dirigió el destino del pueblo libio durante casi medio siglo. Es curioso comprobar como todo aquel nacido después de 1970 solo ha conocido un líder no ya de Libia sino del pueblo árabe más laico y avanzado donde tanto el gobernante como los gobernados parecían un mismo pueblo unidos bajo un mismo destino nacional... hasta el pasado Febrero. 

¿Y ahora qué?. Tres días después de la ejecución de Gadafi, mientras el mundo global y liberal celebran la consecución de la democracia libia, desde dentro se anuncia por medio de su nuevo líder Mustafa Abdul Yalil un democracia para dentro de un mes donde cualquier ley que contradiga los principios del islam, basados en la Sharía, será nula. Toda una declaración de intenciones "democráticas" que deberían hacer temblar a su aliado Europeo en la destrucción del régimen laico basado en el Libro Verde. Se lee por ahí que hemos ido de mal a peor. NO. Hemos ido de nulo a peor. Nulo porque el régimen de Gadafi no despertaba entre el pueblo europeo ni simpatías ni fobias hasta que fue lobotomizado desde el pasado febrero. A peor porque no podremos imaginar siquiera el desastre que significa para Europa un país como Libia descontrolado cuando antes existía un orden, así como lo que significará de pérdida para países como España o Italia que eran grandes aliados económicos de Gadafi en la compra del crudo libio.

Así como el pueblo europeo tiene el derecho a defender su identidad por encima de intromisiones ajenas a esta, el pueblo árabe e islámico tiene el mismo derecho a evolucionar o involucionar a su libre albedrío sin intromisión extraña, y mucho menos a una intromisión neocolonial que derribe el avance laico y social de los pueblos islámicos por beneficios propios; mientras los resultados pueden llegar a ser una amenaza real para la propia Europa. Ahora se presupone que Libia retrocederá pasando de un estado social, laico y nacional a una colonia del mundo liberal y global, con luchas intestinas y más radicales en su política donde la sharia misma desligitimará cualquier democracia liberal a un pueblo que funcionó bajo el control de un líder, pero que se animalizó y brutalizó en la destrucción del propio líder llevando al caos social. El petróleo dejará de estar en manos del pueblo, las mujeres volverán a estar supeditadas a sus padres, maridos e hijos con la cabeza, o la cara, tapada sin opción a separarse de su dueño marido que pasará a tener, de nuevo, tantas mujeres como quiera o pueda mantener. 
Mientras tanto a Europa, presuponemos, llegarán nuevas hordas de Libios descontrolados que creerán en la Sharia, por obra y gracia de su esclavitud hacia el dios global en nombre de la OTAN que acogeremos por orden de lo políticamente correcto para acelerar el genocidio del pueblo Europeo, víctima de la traición de sus gobernantes tanto a su viejo aliado libio llamado Gadafi como al pueblo europeo cuyos intereses dicen defender pero al que están destruyendo indirectamente cada vez que cometen un error actuando en contra de los intereses de otros pueblos para beneficiar a los amos del mundialismo global. Nuestro enemigo común que nos crea enemigos menores para autodestruirnos. Nuestro Saurón particular a batir. El Saurón que ahorcó a Saddam Hussein. El Saurón que linchó a Gadafi. El Saurón que está destruyendo Europa. El Saurón que inventó a Al Qaeda y Bin Laden. El Saurón previsible que ahora irá a por Siria para finalizar con la Irán de Ahmadineyad, el gran enemigo.
Mientras Europa seguirá colaborando, bajo los efectos de una lobotomía, en la destrucción de las demás identidades de los pueblos del mundo. Agonizando y, lo que es peor, apretando la soga que le ha colocado Saurón al cuello después de dejarla en estado catatónico con su liberalismo económico, su democracia liberal y su mundialismo como dogma de una fe que traiciona a la tradición y la identidad de la víctima llamada Europa; utilizada por el propio Saurón como verdugo propiciatorio de posibles aliados musulmanes, mientras deja entrar en el corazón de su territorio otro enemigo mítico y peligroso llamado islamismo ortodoxo de la Sharia con su vista vuelta hacia Europa desde hace siglos cuyo fuego parece haber prendido en la otrora laica, y aliada de Europa, Libia.










LIBIA | Cambios sociales y económicos

Los rebeldes libios imponen la ley islámica

Imagen del Consejo Nacional de Transición, tras el anuncio de la imposición de la 'sharia'. | Efe



Libia ha celebrado con una explosión de alegría el anuncio oficial de su liberación, del fin de un levantamiento armado que estalló en febrero y que finalizó el pasado jueves con la toma de Sirte, el último bastión de la resistencia gadafista, y la caída de a href=http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/20/internacional/1319111519.html>Muamar Gadafi.
Ante una marea humana de miles de personas que ondeaban la bandera tricolor de la nueva Libia, el Consejo Nacional de Transición libio (CNT) convocó una ceremonia en la que proclamó oficialmente la "liberación total de la tierra de Libia".
En la ceremonia, el presidente del CNT, Mustafa Abdul Yalil, ofreció un discurso cargado de tintes religiosos. "Nosotros, como país musulmán, hemos adoptado la 'sharia' (ley islámica) como principal fuente de legislación y toda ley que se contradiga con ella será nula", dijo Abdul Yalil ante la gran multitud que lo escuchaba en la plaza Kish de Bengasi.
El presidente del CNT, continúo diciendo que "por ejemplo, las leyes del matrimonio que limitan la poligamia son leyes que se contradicen con la 'sharia' y por lo tanto son leyes rechazadas", momento en el que el público prorrumpió en una gran ovación y se lanzaron fuegos artificiales.
Esta declaración podría traducirse en cambios importantes jurídicos en una dictadura que se había autodenominado siempre laica. Gadafi durante años había gobernado la nación según su sistema peculiar que se describe en su 'Libro Verde' y que incluía aspectos como la prohibición de la poligamia o determinados derechos de la mujer que ahora podrían serán abolidos.
Según ha aclarado Omar Salabi, de la Universidad de Bengasi, ley islámica no tiene por objeto "los negocios y la inversión sino más bien la política social -por ejemplo la financiación de los hogares de las personas o vehículos-, lo que debería ser sin intereses". Para eso, ya se va a crear una banca islámica en Libia.
El CNT ya estableció en su "anuncio constitucional" u hoja de ruta de la transición política, que la 'sharia' sería la principal fuente de derecho del país.
En su discurso, seguido en varias ciudades del país, y en el que hizo hincapié en la necesidad de crear bancos islámicos, Abdul Yalil agradeció la ayuda ofrecida por los países que apoyaron a los rebeldes, así como los esfuerzos de los combatientes o el dinero ofrecido por los empresarios.
Antes de la intervención de Abdul Yalil, un portavoz del CNT abrió la multitudinaria ceremonia anunciando la declaración del fin de la guerra. "Declaramos a todo el mundo que hemos liberado nuestro amado país, sus ciudades, sus pueblos, sus colinas, sus montañas, sus desiertos y sus cielos", manifestó el portavoz.

'Esperanza'

Las palabras del portavoz eran celebradas por una marea de gente cuya alegría y energía lo teñía todo de rojo, negro y verde, los colores de la nueva enseña nacional libia, que sustituye a la verde, emblema del régimen del coronel Muamar al Gadafi, muerto el pasado jueves en un confuso incidente cuando fue apresado por milicianos del CNT mientras intentaba huir de su ciudad natal, Sirte.
Tras el discurso, la gente prorrumpió en gritos y aplausos, y las metralletas, y las baterías antiaéreas, que hasta el jueves marcaron el ritmo de los últimos ocho meses de conflicto, comenzaron a llenar el aire en una ensordecedora muestra de júbilo.
"Hoy es el primer día que salgo a la calle con la bandera (tricolor), de verdad, porque hoy Libia es libre", dijo Ali Ibrahim, un estudiante de Geología que mostró su deseo de que "las palabras de Abdul Yalil se cumplan".
"El discurso de Abdul Yalil ha sido de esperanza, habló de un futuro brillante", dijo, por su parte, Aref al Mograbi, un padre de familia de 45 años, que agregó llevándose al pecho la mano: "Siento aquí dentro, de verdad, que hay esperanza".

Las dificultades para crear Gobierno

Tras el anuncio de la liberación, Libia entra de lleno en la transición política hacia un estado democrático, que, según la hoja de ruta diseñada por el propio CNT, desembocará en la celebración de elecciones en el plazo de ocho meses.
El primer paso es diseñar un nuevo gobierno, una cuestión que se ha pospuesto en repetidas ocasiones desde el pasado agosto por diferencias en el seno del CNT.
Sin embargo, sus miembros no quieren hablar de diferencias. "La decisión de posponer el Gobierno fue táctica, para esperar al anuncio de liberación", aseguró Mustafa Abdelrayani, miembro del CNT, que considera que haberlo anunciado hubiera supuesto tener que disolverlo otra vez tras el fin del conflicto.
Para Abdelrayani, los retos inmediatos son asegurar el país, reabsorber a las milicias, construir un nuevo Ejército y una nueva Policía y normalizar la educación, entre otras cosas.
Salem Canan, también del CNT, aseguró que "lo que hoy celebra Libia es su segunda independencia" y culpó de todos los problemas de los que habla su colega a los 42 años de régimen de Gadafi que, según él, se empeñó en "sumir al pueblo en la ignorancia".
Los dos consideran que el gobierno podría estar formado en unos diez días, una fecha que, no obstante, para el también integrante del CNT Abdelrahim al Keib es un poco precipitada.

FUENTE: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/24/internacional/1319435551.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario